“Ha
llegado la hora de devolver al pueblo la creación del dinero” Es lo que se lee en
el puesto de empanadas de Mauro el día domingo por la tarde en el corredor
cultural del expiatorio (COCU) en Guadalajara. Y esa hora llego el sábado 18 a
las 18 horas, cuando uno a uno los productores de esta comunidad empática
firmaron su carta compromiso y recibieron su dotación de Itacates, la moneda
comunitaria que es un regalo para el camino.
Por
la mañana de ese sábado nos reunimos miembros de la Red Tlaloc y de la Feria
Multitrueque con los productores del COCU, previo al taller en el cual
compartiríamos el funcionamiento y dinámicas del sistema multitrueque. Durante
poco menos de cinco horas dimos un recorrido por los misterios del dinero, su
creación, orígenes… alternativas. “El dinero es sólo un medio de intercambio”
“El dinero es un acuerdo” “El dinero son nuestros Itacates” son algunas de las
respuestas que los productores dieron durante la tarde, claro está, que ellos
ya no creen que el dinero sólo puede ser creado por bancos y gobiernos, si no
que ahora pueden crear su dinero a partir de la confianza que se tienen.
Comenzó
la circulación de Itacates. Muchos estaban deseosos de usarlos para comprar con
ellos los productos o servicios de sus compañeros. Así que con Itacates
circularon tortillas de maíz, aceite de coco, libros, ropa, huevos, tamales,
café, y por supuesto nadie se olvidaba de firmarlos en cada intercambio, porque
al momento de la firma el Itacate crea valor. Al mismo ritmo que se creaba
valor a través de los Itacates, surgían dudas y preguntas sobre su uso. ¿Quién
firma, el que recibe o el que entrega? ¿Acepto todo en Itacates o sólo un
porcentaje? Eso auguraba mucho trabajo para los que dimos el taller, pero nuestra
labor fue menguada por los mismos miembros del COCU, ya que ante cualquier duda
siempre estaba el compañero de junto para solucionarla.
El
domingo por la tarde se dio una charla en la explanada del expiatorio, con
gente de diversos movimientos de la ciudad. La participación fue amena, las
preguntas demostraron mucho interés y el abrazo a las 8:30 que ya es tradición
fue un excelente cierre.
Los
productores acomodaban sus productos al mismo tiempo que colocaban el letrero
de “Se acepta Itacate”, y algunos presumían gustosos sus Itacates firmados del
día anterior. - ¿Cuántas firmas tienes en tu vale? Tengo tres firmas en mi
Itacate de 20. Un bonito papel de colores que ha pasado por tres personas
diferentes, las cuales le han dado el valor, un valor real, han dignificado el
dinero como medio de intercambio de productos, saberes y trabajo.
Durante
el fin de semana algunas de las personas que caminaban por el parque del
expiatorio se detenían al leer “Se acepta Itacate” una de ellas le pregunto a
Ofelia ¿Qué es eso del Itacate? A lo cual ella respondía – Es una moneda que
usamos para comprarnos entre los compañeros del corredor. Respondía de forma
breve, mientras servía con destreza un rico pozole.
Las
perlas naturales se forman cuando un objeto extraño penetra al interior del
cuerpo del molusco, el cual reacciona cubriendo lentamente la partícula con una
mezcla de sustancias. Al cabo de un tiempo la partícula termina cubierta por
una o más capas de nácar, formando una perla. De igual modo en la comunidad del
COCU entraron objetos extraños – extraños para el sistema dominante actual – equidad,
libertad, justicia y solidaridad. Que con el paso del tiempo han cubierto por
completo a todos, formando una hermosa perla, la perla de occidente.
El problema va a ser cuando quieran ir a comprar a la ciudad o a las fábricas, ya que no es una moneda legal, y no la aceptarán con facilidad, así que ese proyecto está bien para vendedores locales.
ResponderEliminarpues la idea, justamente, es que los ciudadanos recuperemos la economía y sepamos que también podemos darle un rumbo. Para eso es necesario volver a considerar la escala. La macroeconomía ha perdido la escala humana, y se le ha ido de las manos incluso a las transnacionales y a las élites de poder. Entonces una escala humana es una escala pequeña, una que nos permita saber de donde viene el alimento con el que nos nutrimos, una que permita confiar en que la ropa que nos ponemos no fue hecha con el trabajo esclavo de nadie, una que nos permita verle la cara y estrecharle la mano a quién produce para mi, y que me permita retribuir produciendo a la vez (quién dijo que mi rol eterno debería ser el de consumidor?) algo con que pueda satisfacer alguna de las necesidades de mi comunidad. Esa economía, a esa escala, casi no podría ser otra cosa que local. Pero, conforme la idea prenda y se siga distribuyendo, quizás podamos entusiasmarnos con la idea de estar en relación con otras pequeñas comunidades, siempre a escalas pequeñas. Lo pequeño es hermoso. La pérdida de escala está acabandose el planeta.
EliminarLa gente necesita comer, eso es lo que más importa, las grandes trasnacionales, las obligan a consumir y comprar lo que ellas quieren, no lo que el pueblo necesita.
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