lunes, 27 de mayo de 2013

El Itacate de Guadalajara

“Ha llegado la hora de devolver al pueblo la creación del dinero” Es lo que se lee en el puesto de empanadas de Mauro el día domingo por la tarde en el corredor cultural del expiatorio (COCU) en Guadalajara. Y esa hora llego el sábado 18 a las 18 horas, cuando uno a uno los productores de esta comunidad empática firmaron su carta compromiso y recibieron su dotación de Itacates, la moneda comunitaria que es un regalo para el camino.

Por la mañana de ese sábado nos reunimos miembros de la Red Tlaloc y de la Feria Multitrueque con los productores del COCU, previo al taller en el cual compartiríamos el funcionamiento y dinámicas del sistema multitrueque. Durante poco menos de cinco horas dimos un recorrido por los misterios del dinero, su creación, orígenes… alternativas. “El dinero es sólo un medio de intercambio” “El dinero es un acuerdo” “El dinero son nuestros Itacates” son algunas de las respuestas que los productores dieron durante la tarde, claro está, que ellos ya no creen que el dinero sólo puede ser creado por bancos y gobiernos, si no que ahora pueden crear su dinero a partir de la confianza que se tienen.



















Comenzó la circulación de Itacates. Muchos estaban deseosos de usarlos para comprar con ellos los productos o servicios de sus compañeros. Así que con Itacates circularon tortillas de maíz, aceite de coco, libros, ropa, huevos, tamales, café, y por supuesto nadie se olvidaba de firmarlos en cada intercambio, porque al momento de la firma el Itacate crea valor. Al mismo ritmo que se creaba valor a través de los Itacates, surgían dudas y preguntas sobre su uso. ¿Quién firma, el que recibe o el que entrega? ¿Acepto todo en Itacates o sólo un porcentaje? Eso auguraba mucho trabajo para los que dimos el taller, pero nuestra labor fue menguada por los mismos miembros del COCU, ya que ante cualquier duda siempre estaba el compañero de junto para solucionarla.

El domingo por la tarde se dio una charla en la explanada del expiatorio, con gente de diversos movimientos de la ciudad. La participación fue amena, las preguntas demostraron mucho interés y el abrazo a las 8:30 que ya es tradición fue un excelente cierre.

Los productores acomodaban sus productos al mismo tiempo que colocaban el letrero de “Se acepta Itacate”, y algunos presumían gustosos sus Itacates firmados del día anterior. - ¿Cuántas firmas tienes en tu vale? Tengo tres firmas en mi Itacate de 20. Un bonito papel de colores que ha pasado por tres personas diferentes, las cuales le han dado el valor, un valor real, han dignificado el dinero como medio de intercambio de productos, saberes y trabajo.


Durante el fin de semana algunas de las personas que caminaban por el parque del expiatorio se detenían al leer “Se acepta Itacate” una de ellas le pregunto a Ofelia ¿Qué es eso del Itacate? A lo cual ella respondía – Es una moneda que usamos para comprarnos entre los compañeros del corredor. Respondía de forma breve, mientras servía con destreza un rico pozole.

Las perlas naturales se forman cuando un objeto extraño penetra al interior del cuerpo del molusco, el cual reacciona cubriendo lentamente la partícula con una mezcla de sustancias. Al cabo de un tiempo la partícula termina cubierta por una o más capas de nácar, formando una perla. De igual modo en la comunidad del COCU entraron objetos extraños – extraños para el sistema dominante actual – equidad, libertad, justicia y solidaridad. Que con el paso del tiempo han cubierto por completo a todos, formando una hermosa perla, la perla de occidente.



3 comentarios:

  1. El problema va a ser cuando quieran ir a comprar a la ciudad o a las fábricas, ya que no es una moneda legal, y no la aceptarán con facilidad, así que ese proyecto está bien para vendedores locales.

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    1. pues la idea, justamente, es que los ciudadanos recuperemos la economía y sepamos que también podemos darle un rumbo. Para eso es necesario volver a considerar la escala. La macroeconomía ha perdido la escala humana, y se le ha ido de las manos incluso a las transnacionales y a las élites de poder. Entonces una escala humana es una escala pequeña, una que nos permita saber de donde viene el alimento con el que nos nutrimos, una que permita confiar en que la ropa que nos ponemos no fue hecha con el trabajo esclavo de nadie, una que nos permita verle la cara y estrecharle la mano a quién produce para mi, y que me permita retribuir produciendo a la vez (quién dijo que mi rol eterno debería ser el de consumidor?) algo con que pueda satisfacer alguna de las necesidades de mi comunidad. Esa economía, a esa escala, casi no podría ser otra cosa que local. Pero, conforme la idea prenda y se siga distribuyendo, quizás podamos entusiasmarnos con la idea de estar en relación con otras pequeñas comunidades, siempre a escalas pequeñas. Lo pequeño es hermoso. La pérdida de escala está acabandose el planeta.

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  2. La gente necesita comer, eso es lo que más importa, las grandes trasnacionales, las obligan a consumir y comprar lo que ellas quieren, no lo que el pueblo necesita.

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